No se si os pasa que, al final, todos los días se parecen. El tiempo vuela, pero esta situación no es nada nuevo. Cuantas horas habré pasado en mi cubiculo habitable, soñando el futuro entre pinceles y colores, entre mi ventana y la pantalla del ordenador. En momentos así tengo la extraña sensación de que todas las yoes del pasado y futuro están por un momento conectadas. Igual es una sensación que solo pueden comprender los introvertidos o quizás las personas que pintan. Las largas horas de silencio ante el papel no te dejan más remedio que estar contigo mismo. Todo depende de tu dialogo interior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario